miércoles, 18 de febrero de 2009

FH-193 Tony Roderick (A)

3 comentarios:

  1. Milagros dijo:

    Difícil elección, sobre todo porque Tony Roderick parece haberse dado cuenta de algunas cosas importantes de la vida, y además con un PMD terminado tendrá más base que yo para tomar su propia decisión… Así que estoy de acuerdo con la sabiduría de su padre cuando le dice “Es tu decisión”.

    Pero si de todas formas tuviese que darle mi opinión, quizás le aconsejaría que se quedara en su empresa y que desarrollara el equipo de Planificación. Además del reto que esto plantea, los cambios necesarios, que era obra de Tony, etc. me parece importante mostrar algo de lealtad a su empresa donde entiendo que siempre le han ayudado a progresar e incluso aconsejándole que hiciese un PMD…

    En fin si hay que votar en este Caso, yo elegiré la opción: “quedarse y luchar”.

    ¿Y vosotros?

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  2. Yo también... Me explico.

    Si se ha dado cuenta de lo que ha estado haciendo los años anteriores y el PMD/PDG ha sido el detonante para ello, creo que lo más sensato sería quedarse en Alleron, pero yéndose a otro Dpto. o grupo. Es lo mejor para la empresa (aprovecha su experiencia), para su familia y para él.

    Así evita el inicio de un nuevo proyecto profesional que potencialmente podría abocarle a repetir experiencias pasadas.

    Que os parece Bob? No le véis un alter ego al padre de Tony? Quizá a la hora de tomar la decisión le pese el tema de que Bob ya no esté...

    ¿Qué pasará en Tony Roderick (B)?

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  3. Tony Roderick
    Este caso demuestra que las “motivaciones humanas” de cada individuo pueden ser de diversa índole, cambian con el tiempo influidas por el aprendizaje y las experiencias vividas, y tienen un impacto determinante en la toma de decisiones.
    Inicialmente, dada su falta de conocimientos y experiencias, su única motivación inicial era agradar a sus padres y dejar guiarse por ellos en su futuro profesional. Gracias a ellos fue a la Universidad en lugar de ayudar a crecer el negocio familiar de alimentación, se doctoró (California Tech.) y trabajó como profesor adjunto en dicho centro, empleo de gran prestigio en el país de donde proceden, por lo que sus padres estaban muy contentos y orgullosos. Es decir, tomó su decisión siguiendo las motivaciones de sus padres.
    Poco después, sintió que la enseñanza e investigación abstracta no le “motivaban” pues deseaba trabajar en una empresa para poder ver el resultado final de su trabajo, así como también la necesidad de irse a vivir a otra ciudad para salir del ambiente absorbedor de su familia y parientes cercanos. Además, quería ir a trabajar a un sitio donde sus esfuerzos fueran visibles en el corto plazo, por lo que, en lugar de optar a grandes multinacionales ya consolidadas, prefirió trabajar en una organización más pequeña en fase de crecimiento al lado de una persona (Bob) con el que pudiera aprender rápidamente. En base a estas necesidades se incorporó a Alleron, y fue una buena “elección” escuchar sus motivaciones personales.
    Una vez en Alleron, su motivación primordial por encima de cualquier otra cosa era conseguir cosas, desarrollar avances y resolver problemas técnicos, y ser reconocido por sus logros. Para alcanzar el éxito en este reto, tuvo que dedicar una media de 18 horas diarias para aprender y trabajar, dejando a un lado cualquier otra cosa.
    Sin embargo, con el transcurso de los años (aprox. 10 años), tres hechos hacen dar un nuevo giro a sus “motivaciones”:
    1. la resolución de problemas técnicos se había convertido en una rutina, no suponía ya un reto para él, y comenzó a sentir la necesidad de tener responsabilidad sobre una cuenta de resultados, para lo cual le faltaban conocimientos sobre el mundo de la empresa.
    2. ciertos acontecimientos le habían hecho reflexionar y darse cuenta de que sus carencias como directivo: era una persona dominante, abrumadora, perfeccionista, extremadamente exigente y poco tolerante. No se preocupaba por “dedicar tiempo” a las necesidades y motivaciones de los miembros de su equipo, estaba totalmente centrado e interesado en si mismo, sus logros y reconocimientos.
    3. también descubrió la poca atención que estaba prestando a su mujer e hijos, se dio cuenta de que ese sacrificio a favor del trabajo no lo hacía por el bienestar de su familia, sino por el suyo propio. Centrarse en su trabajo le hacía feliz a él, independientemente de cómo estuviesen sus seres queridos. Nuevamente, una postura totalmente egoísta, “se había casado con su trabajo”.
    Por tanto, estos “descubrimientos” se convirtieron en sus nuevos “retos” y “motivaciones en la vida”, que le llevaron a decidir realizar el PMD para mejorar sus conocimientos del mundo de la empresa y sus habilidades de dirección y a realizar esfuerzos personales para buscar el equilibrio entre su trabajo y su familia. Al mismo tiempo, mantiene sus motivaciones por el “logro”, “ser elogiado”, y “ser recompensado económicamente” (esté último quizás como consecuencia inherente de las dos anteriores)
    Y ahora, en la recta final de PMD tiene que elegir hacia dónde encaminar su futuro profesional: 1) quedarse y luchar en el área de I+D, 2) director técnico en una empresa más pequeña con un salario mayor pero sin responsabilidad en la cuenta de resultados , 3) quedarse en Alleron en otra división más en contacto con el negocio.
    Sin duda, si quiere ser nuevamente consecuente con sus “motivaciones” y realmente es consciente de que debe ser menos egoísta, debería decidirse por la tercera opción, pues es la única que puede suponer un “reto” para él en esto momentos. En cualquier caso, en cualquiera de estas opciones, el “mayor reto” que tiene es que cambie de verdad y equilibre de una vez por todas su vida familiar.

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